Esta novela es una divertida parodia sobre la pasividad, la falta de motivación y el desinterés cultural de nuestra sociedad. Los alumnos del instituto se han puesto en huelga porque quieren acabar de una vez con los libros de estudio, los análisis sintácticos, las lecciones de Historia y el rollo horrible de las clases. ¡Los romanos enseñaban de la misma manera!, protestan, mientras exigen de sus profesores menos explicaciones aburridas y más vídeos y películas.
Teniendo en cuenta que la portada y contraportada son bastante atractivas, cualquier persona podría pensar que es un buen libro, pero la verdad es que el contenido no está a la altura de ambas. Los fallos son muchos. Principalmente el libro empieza tal y como termina, es decir, que al fin y al cabo no sucede nada que produzca un cambio. El argumento es pésimo y el final, peor. Lo clasificaría como de los peores libros que me he leído, por no decir el peor. No muestra para nada lo que pueda ser una realidad en un colegio a pesar de la intención. Y los personajes son bastante malos.
ResponderEliminarNo me gusta hablar mal de un libro, pero la verdad es que este es nefasto.